Contar calorías con precisión no es tan fácil cómo parece. Aquí tienes ocho consejos que te ayudarán a contar calorías: las que consumes y quemas.

 

Se ha informado más de una vez que la mayoría de las personas consume muchas más calorías de las que cree. Y cuando hacemos ejercicio, no quemamos tantas calorías como nos gustaría. Bueno, es probable que también haya un poco de autoengaño e ilusiones involucradas. Pero aprender a contar con precisión "las calorías que entran y las que salen" puede ser un verdadero reto.

 

Si cometes errores sin darte cuenta, los resultados pueden desilusionarte. Crees que estás haciendo lo correcto, pero la báscula indica lo contrario. Incluso, puedes sentirte como que quieres abandonarlo todo y dejar de hacer dieta por completo, convencerte de que la única forma de perder peso es prácticamente muriéndote de hambre, hacer ejercicio durante muchas horas al día o todo lo anterior. También puedes creer que simplemente no puedes controlar tu peso en absoluto.

 

 

Ocho consejos para contar las calorías con mayor precisión

Contar las calorías con precisión requiere mucha práctica, además de comprender dónde podemos equivocarnos con los resultados. Hasta los dietistas tienen problemas calculando las calorías, ¡y lo hacen todo el tiempo! Sin embargo, puedes hacer algunas cosas que te ayuden a tener mayor precisión en tu cálculo de calorías sin tener que sentir que no tienes control.

 

1. Invierte en herramientas
Si te pierdes con el tamaño de las porciones, es importante que peses y midas tus alimentos para que tengas la mayor precisión posible. Para empezar, puedes invertir en una báscula, así como tazas y cucharas para medir.

 

Los líquidos pueden medirse en tazas, jarras o cucharas para medir. Los alimentos sólidos deben pesarse, en lugar de colocarse en una taza para medir, porque hay menos margen de error. Supongamos que mides una taza de pasta cocida. Puede que no lo hayas pensado, pero una taza de pasta con formas pequeñas como las caracolas tendrá más calorías que una taza de pasta con formas grandes como los rigatoni. ¿Por qué? Porque las caracolas se compactan más en la taza medidora; por lo tanto, la taza de caracolas pesará más. Y así es como ingieres más calorías.

 

2. Pesa y mide con más frecuencia
Incluso si crees conocer el tamaño de las porciones, pesa y mide tus alimentos cada vez que sea posible. Si todos los días comes una pechuga de pollo a la parrilla, es mejor que la peses para poder calcular mejor las calorías, en lugar de solo anotar que comiste una. No todas las pechugas de pollo tienen el mismo tamaño.

 

3. Haz un seguimiento de toda tu alimentación
Uno de los errores más grandes que cometen las personas es que solo anotan los elementos principales de sus comidas, pero omiten los "extras". A excepción del agua, escribe todo lo que pase por tus labios, sin importar lo pequeño que sea. Esto incluye la crema en tu café, lo que untas en tu sándwich, los aderezos en tu ensalada, las salsas en tu pescado, tus pruebas de sabor mientras cocinas y hasta las papas fritas que le robas al plato de alguien. Puede parecer trivial, pero incluso las mentas para el aliento y ciertos edulcorantes pueden añadir si comes más de lo suficiente.

 

4. Inicia sesión todos los días
Si estás tomando nota de tus comidas, hazlo todos los días. La mayoría olvida hacerlo durante los fines de semana, y esto puede causar mucho daño. Lleva un registro de lo que comes durante todo el día, idealmente antes de comer. Si esperas hasta el final del día para hacerlo, es posible que olvides cada pequeña cosa que comiste. Ya sea que lleves un registro en un diario, un rastreador en línea o una aplicación en tu teléfono, encuentra un sistema que te sea fácil y conveniente de usar todos los días.

 

Your Essential Guide to Counting Calories 

5. Aprende a contar las calorías de tus alimentos
Es posible que tengas en casa algunas recetas a las que recurres con frecuencia. En ese caso, vale la pena que dediques unos minutos a calcular las calorías de toda la receta, y luego determinar las calorías por porción. Una vez que revises el conteo de las calorías de tu receta, es posible que quieras darle unos toques para hacerla más ligera.

 

6. Calcula las calorías quemadas de acuerdo con tu peso corporal
La cantidad de calorías que se queman durante un ejercicio en particular varía según el peso corporal de cada persona. Cuando una persona tiene más peso, se requiere más energía (calorías) para mover su cuerpo, lo que significa más calorías quemadas por minuto de ejercicio.

 

Si estás llevando un registro del total de calorías que quemas con el ejercicio, asegúrate de tener en cuenta tu peso en la ecuación. Una persona que pesa 110 libras (50 kg) quemará alrededor de 525 calorías mientras juega ráquetbol durante una hora. No obstante, alguien que pesa 175 libras (80 kg) quemará más de 850 calorías durante ese mismo tiempo.

 

Las máquinas para hacer ejercicios de tu gimnasio pueden proporcionarte un cálculo de las calorías quemadas, pero a menos que ingreses tu peso corporal en la máquina, no obtendrás una lectura precisa. Sin esa opción, las máquinas generalmente se guían por un peso corporal "estándar" de aproximadamente 150 libras (68 kg) para estimar las calorías quemadas. Si tu peso corporal es menor, tu quema de calorías también será menor.

 

7. Haz ejercicio correctamente para calcular con precisión las calorías quemadas
De nuevo, si las máquinas de tu gimnasio te dan un cálculo de las calorías que quemas mientras ejercitas, se supone que estas haciendo el ejercicio correctamente. Pero si usas los pasamanos mientras ejercitas en las máquinas de caminar, o das pasos cortos en la máquina para subir escaleras (en lugar de usar tus pasos normales), quemarás menos calorías que si estuvieras realizando el ejercicio correctamente.

 

8. Dedica el tiempo correcto a cada ejercicio
Supongamos que encuentras una calculadora en línea que te permite buscar la actividad que estás realizando, también te permite ingresar tu peso corporal y la cantidad de minutos que realizaste el ejercicio. Hasta aquí todo bien. Pero recuerda que solo debes contar los minutos que realmente estás trabajando los músculos en tus ejercicios.

 

No te creas todos los anuncios de entrenamientos que afirman quemar cientos de calorías por sesión. En muchos casos, los ejercicios son extremadamente exigentes y solo quemarás cientos de calorías si te esfuerzas al 100% durante todo el ejercicio sin disminuir el ritmo ni detenerte para descansar. Es algo que solo pocas personas pueden hacer.

 

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